Para comenzar, debemos definir el termino Mobbing, acoso moral, acoso psicológico en el trabajo como el hostigamiento hacia una persona o personas en el ámbito laboral, constituido de violencia psicológica, intencionadamente dañino, dirigido a infligir daños en las víctimas y que son sistemáticos, frecuentes y duraderos (Doyle, 2001; Hirigoyen, 2001; Einarsen, 2000; Leymann, 1996).
Las acciones referidas al acoso, por sí solas y de forma aislada, no conforman el mobbing propiamente dicho al no causar daño, por lo que se requiere de la sistematización que Leymann (1996) ha operativizado en una frecuencia de, al menos, una acción semanal, y de una duración superior a los 6 meses.
Los comportamientos constitutivos de acoso en el trabajo, según Leymann, suelen implicar las siguientes 5 dimensiones: Ataques a la posibilidad de comunicarse; ataques en las relaciones sociales; repercusiones en la estima social; ataques sobre la calidad de la situación profesional y de la vida; y ataques a la salud.
Seguidamente se relacionan los 45 comportamientos característicos del acoso por dimensiones.
1) Ataques sobre las posibilidades que comunicarse.
– El superior reduce las posibilidades de expresarse.
– Se interrumpe sistemáticamente a la persona acosada.
– Los compañeros evitan hablar con ella.
– Se le habla o se le insulta a gritos.
– Se critica constantemente su trabajo.
– Se critica constantemente su vida privada.
– La persona acosada tiene miedo al teléfono.
– Se le amenaza por escrito.
– Se evita el contacto mediante miradas de desprecio o gestos negativos.
– Se evita el contacto mediante señas, sin decir nada directamente.
2) Ataques en las relaciones sociales.
– No se vuelve a hablar con la víctima.
– Sus compañeros no permiten que les responda.
– Se la traslada a un lugar alejado de sus compañeros.
– A sus compañeros de trabajo se les prohíben hablar con la víctima.
– No se le hace caso.
3) Repercusiones en la estima social.
– Se habla mal por detrás de la víctima.
– Se difunden rumores.
– Se pone en ridículo a una persona.
– Se le hace sospechar que puede estar enfermo psíquicamente.
– Se le fuerza a consultar a un psiquiatra.
– La gente se burla de algún impedimento físico.
– La gente imita la forma de andar, la voz o los gestos, para burlarse de alguien.
– Se ataca su orientación política o religiosa.
– Se burlan de su vida privada.
– Se burlan de su nacionalidad.
– Se obliga a alguien a realizar trabajos que hieren la conciencia de uno mismo.
– Se juzga su trabajo de manera errónea y ofensiva.
– Se pone en cuestión las decisiones de la víctima.
– La gente profiere insultos obscenos u otras expresiones degradantes.
– Se hacen proposiciones sexuales e incluso se intentan roces y tocamientos.
4) Ataques sobre la calidad de la situación profesional y de la vida.
– No se asigna ningún trabajo a la víctima.
– Se le retira cualquier ocupación en el trabajo, de manera que ni pueda proyectar tareas.
– Se le asignan trabajos absurdos.
– Se le asignan trabajos .muy inferiores a sus propias posibilidades.
– Se le asignan tareas nuevas constantemente.
– Se le ofrecen tareas ofensivas.
– A la víctima se le ofrecen tareas que superan su capacidad para desprestigiarlo.
5) Ataques a su salud.
– Se le obliga a realizar trabajos perjudiciales para la salud.
– Recibe amenazas de violencia física. – Se le priva de su autoridad.
– Se le infringen malos tratos físicos.
– Se ocasionan gastos a la víctima para perjudicarla.
– Se ocasionan daños físicos en el hogar o en el trabajo de la víctima.
– Se pone en evidencia su vida sexual.
Tal y como afirman Niedl y Leymann, las estrategias de acoso no son universales si no que están condicionadas por el contexto sociocultural u ocupacional.
Por otra parte, la situación de acoso puede generar múltiples consecuencias en el trabajo que sufre dicha situación como son:
- Deterioro de la autoestima y de la confianza en sí mismo, en cuanto a sus capacidades personales y profesionales.
- Desarrollo del sentimiento de culpa: La persona piensa en los errores que pudo cometer para que le sucediera el caso de acoso.
- Trastornos psicológicos: Insomnio, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, dificultades de concentración, irritabilidad, depresión y ansiedad
- Indecisión y falta de confianza en uno mismo.
- Somatización de la ansiedad en síntomas físicos.
- Recuerdos y sueños recurrentes de los acontecimientos traumáticos.
- Sensación de estar reviviendo la experiencia traumática, alucinaciones, flashbacks…
- Sensación de malestar intenso al someterse a situaciones parecidas (por ejemplo, al tener que empezar en un trabajo nuevo)
- Evitación de los recuerdos: Intentan no pensar ni hablar sobre el tema y evitar las situaciones parecidas, lo que puede dificultar su vuelta al mundo laboral.
- Reducción del interés en las actividades cotidianas, sociales o de ocio.
- Sensación de desapego respecto a los demás y restricción de las emociones y la vida afectiva.
- Pesimismo, miedo al futuro…
- Sentimientos de fracaso, impotencia, frustración…
Cuanto más se prolongue la situación de acoso, más duraderos y graves serán los síntomas. Podemos encontrarnos con personas que llegan a sufrir cuadros depresivos graves, trastornos paranoides, trastornos adaptativos mixtos y trastornos de estrés postraumáticos. Dichos trastornos provocan un impedimento para que la persona desarrolle una vida adaptada, saludable y equilibrada.
Si estas sufriendo este suceso en tu vida laboral y necesitas ayuda ¡consúltanos!
Deja tu comentario