El tema de actualidad se centra en las familias cuyos hijos han sido robados al nacer. El sentimiento de las familias y las vivencias son cuanto menos devastadoras. El vacío emocional que siente a lo largo de su vida es, sin lugar a dudas, la peor emoción experimentada. Esta trama de los niños robados sigue produciéndose actualmente.
Sorprenden los numerosos testimonios que escuchamos, haciendo referencia al nexo de unión que tienen con sus hijos, es decir, los padres suelen explicar que algo dentro de ellos, les hace entender que sus hijos no están muertos, tal como les dijeron.
La lucha constante a la que se enfrentan es, en muchos de los casos, desesperante, pues intentan buscar a sus hijos, sin un resultado positivo, ya que existe y existía mucha precaución respecto a cualquier documento. En esa lucha y búsqueda, las familias se encuentran con grandes silencios.
La confianza, la pierden, pues quien debe ser un profesional o una persona bondadosa, que ayuda a que su hijo nazca, se convierte en una persona despiadada que les ha mentido, y ha utilizado a un bebé como un negocio.
Por su parte, los hijos robados presentaran distintos sentimientos ante esa situación. Tendrán que exponerse al engaño, el duelo de no haber disfrutado de sus padres biológicos, la desconfianza hacia el entorno y hacia los progenitores. Cuando se percatan de lo sucedido, presentan una crisis existencial, necesitan saber cuáles son sus orígenes y es posible que cuando consiguen encontrar a sus padres biológicos, éstos hayan fallecido. Esto propicia sentimientos de rabia, injusticia, desesperanza e impotencia.
Los hijos que fueron adoptados de manera ilegal, generan en algunos casos un trauma, sobrevenido por la situación. Si bien, esos niños han llevado una vida normalizada, el trauma desaparecerá sin dejar un daño psíquico. Sin lugar a dudas, deberán ponerse en tratamiento psicológico especializado con el fin de enfrentarse a la nueva realidad. Si los hijos robados, tienen conocimiento de que sus padres de manera ilegal les adoptaron, indudablemente, generará un desequilibrio emocional.
Por otro lado, en algunos casos, esas familias que adoptaron creían que cuanto realizaban era legal, sintiéndose frustrados y culpándose de haber arrebatado, inconscientemente, un hijo a una familia. Estos sentimientos negativos que generan también son susceptibles de tratamiento psicoterapéutico, pues ellos, del mismo modo, también fueron engañados.
Definitivamente, la trama de los niños robados, deja a su paso multitud de consecuencias negativas y de índole psicológica para todos los involucrados, siendo víctimas de un negocio económico y emocional muy perverso.
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