Antes de hablar sobre incapacidad laboral por depresión, debemos explicar qué consideramos incapacidad laboral. La Incapacidad Laboral está definida y recogida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social. La depresión puede imposibilitar a un trabajador realizar un trabajo por lo que puede ser causa de incapacidad siempre que esta situación esté reconocida por un profesional con competencias para determinar este tipo de situaciones.
Como trabajador tienes protegidas una serie de situaciones que pueden causarte incapacidad para el ejercicio de tu labor profesional y exigirte cuidados médicos y atención sanitaria por parte de la Seguridad Social. Como norma general hay dos razones -o grupos de causas- para la incapacidad: la enfermedad o el accidente.
Por su parte, la depresión podemos definirla como una enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas.
Entre los síntomas más característicos de la depresión encontramos llantos recurrentes, acompañados de ansiedad o sentimiento de vacío persistentes, pérdida de interés en actividades que antes producían placer, pérdida de libido, cansancio extremo, pérdida de fuerza y debilidad muscular, pérdida de apetito o aumento del apetito, dificultad de concentración, sentimientos de inutilidad e insomnio o falta de capacidad para conciliar y mantener el sueño.
Tratamiento de la depresión
Los modelos cognitivos consideran al hombre un sistema que procesa información del medio antes de emitir una respuesta. La persona clasifica, evalúa y asigna significado al estímulo en función de su conjunto de experiencias provenientes de la interacción con el medio y de sus creencias, suposiciones, actitudes, visiones del mundo y autovaloraciones. Los trastornos emocionales tienden a expresar una distorsión en el procesamiento de la información, que produce unos pensamientos irracionales que son la causa de la depresión.
En la terapia cognitiva conductual es importante tener como objetivos, evaluar de manera realista cada situación, aprender a atender a todos los datos de cada situación, además de poner a prueba los los pensamientos irracionales, llevando a cabo comportamientos diferentes. Entre las técnicas conductuales podemos reseñar: la programación de actividades y asignación de tareas graduales, y el entrenamiento asertivo. En las técnicas cognitivas destacamos en entrenamiento en observación y registro de cogniciones, demostrar al paciente la relación entre cognición, afecto y conducta, etc.
Informe psicológico pericial: cómo lograr la incapacidad laboral por depresión
El informe pericial psicológico para solicitar la incapacidad laboral es sumamente importante, pues a través de este tipo de informe, se constata como la enfermedad está afectando a su vida cotidiana, de manera que la persona que lo padece se ve impedida para realizar su actividad laboral con normalidad y de manera efectiva.
Por ello, la labor del perito es generar una causalidad y explicar de manera técnica que la patología que presenta la persona le incapacita para poder realizar cualquier actividad laboral de manera correcta, pues los síntomas interceden de manera directa en la consecución de sus actos y de su buen hacer como profesional.
Tipos de incapacidad laboral por depresión
Es evidente que hay que atender al tipo de trastorno para valorar la posible incapacidad. Habitualmente, una persona que sufre depresión tiende a causar baja laboral por situación de incapacidad temporal. En estos casos, los síntomas que presenta la persona han aparecido en escaso periodo de tiempo y comienzan un tratamiento para paliar dichos síntomas.
Si los síntomas persisten durante un tiempo prolongado, la situación de incapacidad temporal debe ser revisada y se debe valorar la incapacidad permanente. Esta valoración tiene que ser realizada para constatar el grado de la patología, su gravedad, la duración de los síntomas, su interferencia en la vida de la persona y el daño emocional que ocasiona este trastorno.
En este sentido, la incapacidad permanente puede ser total (inhabilita al trabajador para las tareas vinculadas a su actividad profesional) o absoluta (inhabilita al trabajador para realizar cualquier tipo de actividad profesional), dependiendo de la afectación que presente y su imposibilidad para manejarse en la vida cotidiana con normalidad de manera crónica.
Por último, podríamos hablar de la Gran Invalidez. Este tipo de incapacidad además de las cuestiones planteadas con anterioridad, implica que la persona que padece el trastorno necesita la ayuda de una tercera persona para poder llevar a cabo cualquier actividad cotidiana.
Todas las incapacidad de este tipo, deben revisarse pasado un tiempo, puesto que se debe valorar la evolución del trastorno y su incidencia en la vida de la persona y en su estado emocional, pudiendo valorarse una mejoría o un agravamiento.
No podemos olvidar que el informe pericial psicológico es una prueba efectiva que plasma de manera técnica la posible incapacidad. El informe pericial psicológico es una radiografía de la emoción y del estado cognitivo y psicológico de la persona, siendo igual de relevante que un informe médico referente, por ejemplo, a una rotura de un hueso.
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