Proseguimos en el confinamiento y ya existen numerosas maneras de sobrellevarla, o quizás distintas emociones que avocan en determinados comportamientos. Dentro de los comportamientos que estamos percibiendo ante este confinamiento, son los comportamientos incívicos.
Dentro de estos comportamientos incívicos, nos referimos a salir a la calle no respetando la cuarentena, juntándose con amistades y consumiendo bebidas alcohólicas, o personas que escupen en los alimentos o que incluso agreden a los cuerpos de seguridad del estado. La población se puede preguntar, ¿por qué se comportan de esa manera?. La falta de realidad es la respuesta más lógica, aunque de este tipo de comportamientos se derivan varias cuestiones a analizar.
Las personas que se congregan con sus amistades para consumir bebidas alcohólicas, en su mayoría tienden a dejarse llevar por el grupo, es decir, si una o dos de las personas que forman un grupo de amigos, manifiesta activamente que no ocurre absolutamente nada si se reúnen, este hecho, puede afectar a los componentes del grupo, evidentemente, dependiendo de los rasgos de personalidad de cada integrante del grupo.
El no presentar síntomas propios de COVID-19, no quiere decir que no padezca el virus. Esto es algo que, posiblemente, no contemplan esas personas que se reúnen. Alguna persona puede llegar a pensar que no tiene por qué padecer este virus y sus consecuencias, incluso pueden llegar a pensar, como se ha podido ver en los medios de comunicación, que este virus es simplemente una gripe.
La inconsciencia se suma al comportamiento incívico respecto a los agentes de la policía o guardia civil, viéndose abocados a mantener, adecuadamente, el estado de alarma, y teniéndose que enfrentar a varios ciudadanos que trasgreden cualquier norma social establecida en la actualidad.
Las personas que trasgreden las normas, mantienen unos rasgos de personalidad que se desvían de la población normal, puesto que, no sólo no tienen conciencia sobre ellos mismos, y su salud, sino que ignoran la salud del resto de la población.
La agresión a los cuerpos de seguridad del estado, evidentemente, es algo incompresible para cualquier ciudadano. La realidad es que, esa agresividad forma parte de aquellas personas que hacen uso de la violencia y puede que aumente, debido al confinamiento, por no controlar sus impulsos.
La población está siendo cautelosa, aunque siempre existirán personas que no acatan las normas y que podíamos catalogarlas como antisociales, haciendo caso omiso a cualquier norma social estipulada para los ciudadanos.
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